5 tips para empezar a vivir un poco más saludable sin sentirte abrumado
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Siempre nos ponemos de meta ser más saludables, comer mejor, hacer más ejercicio y cuidarnos más pero cuando intentamos empezar nos sentimos abrumados por la cantidad de cambios drásticos que muchas veces tenemos que hacer y decidimos rendirnos y seguir en nuestra comodidad. Para que este no sea tu caso te dejo 5 tips que he aplicado en los últimos meses que me han ayudado a hacer cambios pequeños pero significativos que me han permitido mejorar mi salud y mis hábitos.
1. Haz ejercicio a diario.
Se que no es la primera vez que escuchas que necesitamos hacer ejercicio para ser más saludables y se que suena abrumador a simple vista y dan ganas de ni intentarlo, pero por eso te traigo lo que a mi me ha servido.
a. encuentra un ejercicio que te guste, no te dejes caer en el malentendido de que el único ejercicio que sirve es el de gimnasio todos los días. Si te gusta trotar o si tal vez prefieres caminar, bailar o montar bicicleta, hazlo.
b. no sobre esfuerces tu cuerpo. No hagas ejercicio a la intensidad máxima todos los días, tomate descansos activos y cuando sientas que tu cuerpo necesita un respiro, dáselo, pero retoma luego.
2. Saca 10 minutos al día para trabajar en tu espiritualidad.
Muchas veces se nos olvida que como seres humanos necesitamos cuidar nuestra espiritualidad, sea cual sea esta. Por eso te digo, saca 10 minutos al día para rezar, meditar, hablar con los ángeles, dar gracias al universo o como sea que expreses tu espiritualidad. Esto te ayuda a estar más consciente de tu día a día y a cuidar más nuestro espíritu.
3. Come más consciente.
Ser más saludable y comer mejor no es necesariamente dejar de comer todo lo que nos gusta y nos hace felices, sino empezar a comer más consciente de nuestro cuerpo y lo que nos hace bien y no. Por ejemplo, no necesitamos dejar de comer azúcar por completo pero si podemos bajar nuestro consumo a una o dos veces por semana y de resto, calmar nuestros antojos de dulce con opciones saludables como yogur con stevia y fruta, dulces sin azúcar o hasta tés.
4. Revisa lo que te rodea.
Muchas veces cuando queremos empezar a cambiar nuestros hábitos solemos pensar que es un todo o nada y entonces empezamos a rodearnos de gente que consideramos tiene hábitos saludables, seguimos cuentas en redes sociales que hablan sobre hábitos saludables de una manera un poco irrealista para el día a día de nuestras vidas cotidianas y nos sumergimos en un océano de contenido que nos puede abrumar porque no lo estamos cumpliendo todo los días. Rodéate de gente que te aporte pero que también sea más compatible con nuestro día a día.
5. Toma agua.
Otro cambio que siempre nos dicen que hagamos y con razón, el agua tiene demasiados beneficios para nosotros, pero a veces parece abrumador tener que tomar 2 litros de agua al día y más si no te gusta de a mucho el agua. Por esto mismo, intenta ser consciente de mantenerte hidratado, toma agua en presentaciones distintas como tés fríos sin azúcar, saborizantes naturales sin azúcar o la clásica de agua con limón. Te juro que te darás cuenta de que cuando empiezas a tomar agua tu piel, la digestión, tu concentración y más mejoraran notoriamente. También te sentirás con más energía y menos ansiedad a lo largo del día.
1. Haz ejercicio a diario.
Se que no es la primera vez que escuchas que necesitamos hacer ejercicio para ser más saludables y se que suena abrumador a simple vista y dan ganas de ni intentarlo, pero por eso te traigo lo que a mi me ha servido.
a. encuentra un ejercicio que te guste, no te dejes caer en el malentendido de que el único ejercicio que sirve es el de gimnasio todos los días. Si te gusta trotar o si tal vez prefieres caminar, bailar o montar bicicleta, hazlo.
b. no sobre esfuerces tu cuerpo. No hagas ejercicio a la intensidad máxima todos los días, tomate descansos activos y cuando sientas que tu cuerpo necesita un respiro, dáselo, pero retoma luego.
2. Saca 10 minutos al día para trabajar en tu espiritualidad.
Muchas veces se nos olvida que como seres humanos necesitamos cuidar nuestra espiritualidad, sea cual sea esta. Por eso te digo, saca 10 minutos al día para rezar, meditar, hablar con los ángeles, dar gracias al universo o como sea que expreses tu espiritualidad. Esto te ayuda a estar más consciente de tu día a día y a cuidar más nuestro espíritu.
3. Come más consciente.
Ser más saludable y comer mejor no es necesariamente dejar de comer todo lo que nos gusta y nos hace felices, sino empezar a comer más consciente de nuestro cuerpo y lo que nos hace bien y no. Por ejemplo, no necesitamos dejar de comer azúcar por completo pero si podemos bajar nuestro consumo a una o dos veces por semana y de resto, calmar nuestros antojos de dulce con opciones saludables como yogur con stevia y fruta, dulces sin azúcar o hasta tés.
4. Revisa lo que te rodea.
Muchas veces cuando queremos empezar a cambiar nuestros hábitos solemos pensar que es un todo o nada y entonces empezamos a rodearnos de gente que consideramos tiene hábitos saludables, seguimos cuentas en redes sociales que hablan sobre hábitos saludables de una manera un poco irrealista para el día a día de nuestras vidas cotidianas y nos sumergimos en un océano de contenido que nos puede abrumar porque no lo estamos cumpliendo todo los días. Rodéate de gente que te aporte pero que también sea más compatible con nuestro día a día.
5. Toma agua.
Otro cambio que siempre nos dicen que hagamos y con razón, el agua tiene demasiados beneficios para nosotros, pero a veces parece abrumador tener que tomar 2 litros de agua al día y más si no te gusta de a mucho el agua. Por esto mismo, intenta ser consciente de mantenerte hidratado, toma agua en presentaciones distintas como tés fríos sin azúcar, saborizantes naturales sin azúcar o la clásica de agua con limón. Te juro que te darás cuenta de que cuando empiezas a tomar agua tu piel, la digestión, tu concentración y más mejoraran notoriamente. También te sentirás con más energía y menos ansiedad a lo largo del día.